Dios declara:
1. La VIDA de SANTIDAD (v.11-19)
La santidad es un medio de bendición para otros, pero es individual e intransferible, mientras que la vida en pecado, contagia, frena la bendición de Dios sobre su pueblo (v.15-17). Si no confesamos nuestro pecado y lo encubrimos, estamos impidiendo bendición sobre la Iglesia.
2. La VICTORIA en CRISTO (v.20-23)
Zorobabel apuntaba a CRISTO.
Qué mejor cierre de esta profecía que recordarnos que, para evitar el descuido, para no caer en desánimo, para recibir la bendición de Dios, hemos de volvernos a Dios, y poner los ojos en el Mesías y lo que hará.
Volviendo a casa, prestando atención, implica volver a encontrarnos con Dios, y volver a comprometernos con Él.
Por Esteban Figueirido